El mejor café se toma
con calma, en paz y soñando;
Con la esperanza anhelando
aún cuando la pena asoma.
Pues cuando llega ese aroma,
llega también el consuelo
con fe y ánimo pa'l duelo…
Y al fin, al besar la taza,
se siente un bien que te abraza
y el alma se eleva al cielo.