Voy a cambiar, yo primero,
Mi miedo por la esperanza,
Mi desazón por la templanza
y mi afán por un te quiero.
Con un corazón sincero
Voy a intentar otros modos
de armonía y de acomodo.
Y así, en las mañanas frías,
Aunque sea en la greca mía,
Haré café para todos.