Yo trato de no buscar
mi alegría en lo que adquiero.
Más bien busco, en lo que quiero,
una forma de ayudar.
Pues la alegría está en dar
sin temor a que se acabe.
Es fuerte, pero es mi clave
del buen vivir; suave y sano.
Como el café de tus manos,
que lo haces fuerte y me es suave.